martes, 7 de octubre de 2008

La asturianada, la sardana y la SGAE...

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En Cataluña, todo el dinero que de manera más o menos legal se recauda en espectáculos de tipo tradicional acaba revertiendo en el único de carácter tradicional reconocido por la SGAE: la sardana. Es más, existe el Premi SGAE de Sardanes.

06-10-2008 - APENAS dos horas después de finalizada la Gala de la Canción Asturiana, retransmitida por la TPA con motivo de la XXII edición del Memorial Silvino Argüelles, ya estaba colgada en internet del You Tube. Lo que significa que un acto que contó con la presencia en directo en el Auditorio de Mieres de apenas 300 personas, se convirtieron en 40.000 al instante: en primer término, gracias a la cobertura de la propia televisión; y después, a partir de ese momento, mediante esa nueva ventana abierta al mundo que representa internet en general y de manera particular el programa You Tube.

Hace algo menos de diez años, el musicólogo alemán Pieter Minden escribía su tesis sobre la canción asturiana, publicada posteriormente en castellano como 'La tonada asturiana: un acercamiento musicológico'. La base de su trabajo se asienta sobre las grabaciones de primeros de siglo XX en discos de pizarra que, con la ayuda de colaboradores coleccionistas como Javier Díaz (Javier d'Arroes), Luis Estrada y Antonio Massísimo, dejaron para la posteridad el legado de las grandes voces del nacionalismo musical asturiano. Este trabajo, hace diez años, sólo podía llevarse a cabo gracias al esfuerzo recopilador de personas como las citadas y al empeño -tiempo, paciencia y esfuerzo- de un musicólogo que se daba cuenta de que tenía ante sí unas verdadera joya de la música universal: la asturianada. Y, hablo de la asturianada, pero podría estar haciéndolo de otras joyas musicales únicas en Europa como la isopolifonía popular albanesa, la diafonía de las ancianas Babi de Bistritsa en Bulgaria, el canto rúnico de la isla de Kihnu frente a la costa de Estonia, los diálogos polifónicos de Georgia, el canto a tenore sardo, los cantos lánguidos de los semeiskie rusos exiliados a Siberia... todos ellos declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco. Ahora, todos ellos también, con mucho menos esfuerzo -aunque con bastante paciencia-, se encuentran a disposición de cualquier musicólogo o aficionado a la música a través de internet. No sólo viendo las representaciones en vivo a través del citado You Tube, sino bajándose los cantos -los textos, las imágenes, las partituras, los trabajos...- por medio de programas como el Emule.

Para nuestra sobreprotectora SGAE, programas de estas características no hacen sino hundir la industria discográfica. Lo que podría ser cierto si nos refiriéramos exclusivamente a su uso de descarga de la discografía comercial. Pero tiene que entenderse que, para muchos profesionales y personas en general, se trata de instrumentos de trabajo y de conocimiento. ¿Cómo distinguir los que hacen un uso de quienes hacen otro?

Esta sobreprotección por parte de la SGAE la acusan de forma importante los cantos tradicionales, como la asturianada. Al final de actos de características similares al Memorial Silvino Argüelles, la administración de este organismo pasa la factura correspondiente al espectáculo. Nadie en el organismo se paró a pensar que sus siglas significan Sociedad General de Autores de España y que de todos los temas interpretados a lo largo de dos horas de programa solamente dos tenían autor -y no seré yo quienes les digan cuáles fueron- y el resto son tradicionales y, por tanto, de dominio público. Y, sobre todo que, de todo el dinero que se recauda en Asturies de conciertos, festivales, muestras y espectáculos tradicionales, nada revierte en la música tradicional. Allí donde esté sonando algún tipo de música, allí estará un administrador de la SGAE para pasar la factura correspondiente. Ni un solo euro de esa recaudación revertirá en los 3.000 gaiteros asturianos, en los 500 cantadores de tonada, en las 300 pandereteras... ¿A dónde va todo ese dinero? «The answer is blowin' in the wind».

Cataluña, que es un país con conciencia de país y que tiene a la SGAE general ocupada de que el dinero de Cataluña no se dedique a andar flotando en el viento, cuenta con una recaudación específica para el ámbito de las coblas de sardana. De manera que todo ese dinero que de manera más o menos legal se recauda es espectáculos de tipo tradicional acaba revertiendo en el único de carácter tradicional reconocido por la SGAE: la sardana. Es más, existe el Premi SGAE de Sardanes. La última vez que lo vi la cuantía andaba por los 3000 euros.

Ya sé que Asturies es un país sin conciencia de país, por lo que los cantadores de asturianada no pueden esperar que la SGAE revierta el dinero de su uso de la tradición más o menos modificada en su propio arte, ni tampoco que llegue a existir por el momento el Premiu SGAE d'Asturianaes. Por lo que, mientras tanto, seguiré agradeciendo contar con elementos como You Tube o el Emule que me proporcionan que la música que por tradición me pertenece se encuentre a mi disposición de forma libre. Y que pueda intercambiarla con los que me enviaron información sobre los cantos rúnicos de manera también desinteresada. De manera que, a cambio de un romance del antiguo Kalevala báltico yo pude enviar la tonada "Tienes casa, tienes horru", interpretada por Lorena Corripio y acompañada a la gaita por Albero Varillas.

ARTÍCULO DE ISMAEL MARÍA GONZÁLEZ ARIAS -ESCRITOR- EN EL COMERCIO DIGITAL

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